viernes, 20 de noviembre de 2009

Las Misas Negras ( parte 1)

Buscando sobre lo que son y representan las llamadas Misas Negras, me he encontrado bastante y variada información al respecto.

Aunque ahora sé de buena fuente que una Misa Negra es cualquier oficio o culto que se haga por alguien NO autorizado o que no tenga la investidura necesaria para tal efecto y se reunan en cualquier sitio para practicarlo, y que nada tiene que ver con sangre, velas negras y sacrificios de inocentes, etc...como los detalles que aqui expongo.



Nacieron las misas negras en forma de tres clases de ceremonias que se celebraban de acuerdo con un orden, siempre el mismo. Se daba inicio re­negando de Jesucristo, escupiendo sobre las hostias, pisándolas y atrave­sándolas con alfileres. Las hostias ha­bían sido fabricadas o robadas de un templo católico.

Seguía a esto una serie de cánticos confusos, que entonaban los asistentes sin abandonar su sitio, mo­viendo el cuerpo acompasadamente.

La ceremonia se celebraba en un local cerrado que tenía como fondo lien­zos negros colgando de los muros y se iluminaba con cirios también negros. Además, ardían diversos pebeteros con incienso y drogas enervantes. Desde el principio era de esperar que los asistentes a la misa negra cayeran en un estado de creciente excitación. Quedaban listos para la siguiente fase de la reunión demoníaca.Aquel acto de apostasía, o abandono de la religión católica, realizado de forma blasfema e insultante, daba paso al sacrificio sangriento celebrado ante el cuerpo desnudo de una sacerdotisa a cuyos costados ardían sendos pebeteros. El humo de ellos desprendido contribuía a crear una atmósfera alucinante y los vapores emitidos embriagaban hasta el delirio a los fanáticos aficionados a la misa negra. Se iban exacerbando los ánimos de todos y en especial la sensibilidad de la joven tendida sobre el altar.




El sacrificio consistía a veces en la simple introducción de una hostia consagrada, debidamente enrollada, en los dos orificios naturales de la sacerdotisa, casi siempre joven y hermosa. De esta tarea se ocupaba el sacerdote oficiante, que pertenecía al sexo masculino. Pero era frecuente que antes de realizarse ese acto se procediera a la muerte ritual de un animal, como sucede con el vudú haitiano, un claro ejemplar de misa negra.

En tales casos era degollado un gallo, un cordero o una cabra jóvenes, entre otros animales, sobre el cuerpo de la mujer. La sangre debía cubrirle el cuerpo entero, en especial el sexo. La sacerdotisa sobre cuyo cuerpo caía la sangre se iba excitando más y más conforme el líquido tibio y palpitante iba cubriendo su cuerpo entero.

La mujer comenzaba a lanzar roncos gemidos, mientras el oficiante, una vez vaciado de su sangre el animal sacrificado, dejaba caer sobre ella, gota a gota, el contenido de un recipiente con forma de cáliz cuya composición debía asemejarse a la de los famosos ungüentos de las brujas antes de volar al aquelarre. Finalmente, el sacerdote deslizaba la hostia por la piel de todo el cuerpo de la joven, la doblaba y la introducía en su sexo abierto. Llegaba así a su fin la segunda fase de la misa negra.

Los asistentes a la ceremonia estaban ya preparados para pasar a la etapa final, que era la carnal. Cada uno de los presentes se abalanzaba sobre la persona que se encontraba más cerca. En aquel momento, a la luz mortecina de los cirios y enardecidos por los vapores desprendidos de los pebeteros, resultaba imposible averiguar a qué sexo pertenecía el ser que había al costado. Sólo el sumo sacerdote sabía a quién dedicaba su entusiasmo erótico: a la joven que yacía sobre el altar, que lo recibiría sin protestar, incluso con entusiasmo, sabiendo de antemano cuál era el papel que tenía que representar.

Se realizaba la orgía, o última fase de la misa negra. El sexo era, como puede verse, el digno remate de una ceremonia practicada en el siglo XVIII, que tuvo sus antecedentes en las ceremonias sagradas de la antigüedad y que ha renacido hoy con increíble vigor. Pero las misas negras y el satanismo actual se han extendido por todo el mundo asociados ahora con un extraordinario consumo de enervantes.

5 comentarios:

  1. tuve q leerte de nuevo, escuchando BLACK SABBATH

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  2. Bastante agradecida por tal honor
    ;-)

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  3. Buena investigacion Mathilda

    Creo que actualmente existen muchas variantes de misas negras, tan variadas como el tipo de personas que las practican, en algunas se practica el sexo, en otras no.

    Aunque se que algunas personas que no estan preparadas para el acto ritual pueden padecer crisis nerviosas, en special cuando se menciona a los infernales.

    Definitivo es un acto que marca la vida de las personas, algunas de ellas para mal.

    Yo en lo personal lo veria como un acto de catarsis que puede ser muy satisfactorio.

    saludos
    hl

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  4. Alex: Este tema es muy extenso por eso decidi publicarlo en dos partes, porque hay mucha controversia y cada quien lo usa para sus fines del modo que quiera.

    Saludos!

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  5. Los amantes del sexo siempre han sido satanizados... Qué manía tiene la gente con empañar el placer, por devaluarlo.

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