martes, 21 de febrero de 2012

Iglesia de la Cienciologia...esclavizando niños?

Ha saltado a los medios de comunicación la existencia de los campos de trabajo infantiles que tiene la iglesia de la cienciologia.

Shanke Kelsey , un chico australiano de 21 años, ha explicado la historia de su terrible infancia en la Iglesia de la Cienciología, en el programa «Today Tonight» de Channel 7। Shane Kelsey, hijo de un matrimonio de cienciólogos, recuerda que a los ocho años le obligaron a firmar un contrato con la Iglesia:

«Cuando tenía ocho años firmé un contrato de mil millones de años, lo que significa que este voluntariado o servicio para la Iglesia iba a durar la eternidad», asegura Kelsey.

Para entonces llevaba ya dos trabajando en el campamento que tiene la cienciologia en Australia, viviendo en un garaje con otros niños, hacinados y en condiciones inhumanas. Bajo una gran disciplina, Kelsey y sus compañeros eran obligados a trabajar hasta 100 horas a la semana sin remuneración alguna y recibiendo la visita de sus padres solo una vez a la semana.

"No podía leer más libros que los que la Iglesia nos dejaba; nada de periódicos ni radio ni películas, ni nada".

Shane afirma haber trabajado 35 horas a la semana con solo ocho años en un ambiente militar. "Solíamos desfilar como si fuéramos a una batalla, hacer simulacros y esas cosas. Porque era una forma de disciplina". Cada mañana se hacía una asamblea militar y se saludaba a la causa de salvar a la humanidad de los peligros intergalácticos (en los que cree la Cienciología). En este centro -explica Kelsey- visten todos de negro, no pueden caminar normalmente, solo estar parados o correr y tienen que realizar saludos marciales a sus superiores.En la cocina, donde entro a trabajar con 14 años, cocinaban arroz y alubias todo el día, para dar de comer a los adultos. Ellos podían quedarse con las sobras. "A veces no quedaba mucho, así que te hacías con un poco de comida y casi nunca era suficiente", explica.

Su educación también era deficiente, se le daban deberes de vez en cuando, pero siempre y cuando no interfirieran en sus 14 horas de jornada. No debía interferir en el rendimiento laboral de 100 horas semanales que desempeñaba ya entonces.

Si a alguno de estos chicos se les ocurría cuestionar la lógica del sistema, añade Shane, se les castigaba haciéndoles vivir bajo una pista de squash —entre los cimientos; entre el barro, la suciedad y la oscuridad— porque "si eres una mala persona, tienes que ser segregado del resto".


Shane Kesley cuenta su historia después de 14 meses de haber abandonado el campo, intentado acostumbrarse a lo que para él es ahora un mundo nuevo. Su madre ha continuado con la cienciologia, pero su padre Adrian, tras separarse du su esposa abandono la iglesia en 2006 y regresó en 2010 para rescatar a su hijo. Llevó a un grupo de reporteros y a un policía con el. Su hijo salió, acompañado de dos supervisores de la Iglesia y luego volvió a los barracones para evitar problemas. Una noche de la semana siguiente, Shane se fugó.

Peta O'Brien, una mujer que permaneció en ese mismo campo entre 1997 y 2000, ha ratificado lo explicado por Shane. "Trabajas dos horas; vuelves a estudiar unas dos horas y media, y luego vuelves a trabajar. Trabajos duros, golpeando piedras con un martillo hasta que erosionen”.

Se empiezan a escuchar historias de sitios similares por todo el mundo. Niños que explican cómo la Iglesia ordenó que se les rompieran los dedos, se les gritara o les azotaran durante 20 horas seguidas mientras se les rociaba agua fría en la cabeza.

La Iglesia de la Cienciología ha respondido a Shane con un documento (en inglés) negando todo cuanto relata Shane, señalando que todo el que se apunta a ese programa lo hace de forma voluntaria y son libres de marchar cuando quieran. "Cuando Shane abandonó la Iglesia a finales de 2010, todo lo que hizo fue coger su maleta y salir por la puerta", aclaran.

Sobre el hecho de que su madre siga con ellos, Shane dijo: "Tendrá que escapar", "Jamás la dejarán irse. Eso no es una opción, así que tendrá que escapar"

El senador independiente Nick Xenophon, quien lleva años luchando contra la Cienciología ha aseverado que «la historia de Shane es terrible. Hablamos de esclavitud infantil y la Policía debe investigar esto».